Situado en la Península de La Magdalena, que ocupa una extensión aproximada de 25 hectáreas, el Palacio de La Magdalena es uno de los lugares más visitados de Santander.
Este edificio fue construido por dos arquitectos cántabros entre 1909 y 1911 por iniciativa del Ayuntamiento de Santander, con el fin de ser donado al rey Alfonso XIII. Fue él quien lo utilizó entre 1913 y 1930 como residencia durante los meses de verano.
El edificio está construido con sillarejo en los paramentos y sillares de piedra a soga y tizón en esquinas y jambas de las ventanas. Los visitantes pueden apreciar exteriormente que está formado por varios cuerpos independientes, con una fachada asimétrica en la que se alternan cuerpos entrantes y salientes así como dos torres octogonales al sur, de diferente elevación. Sus cornisas cortadas por hastiales triangulares y sus dos nivles de buhardillas son otras de las singularidades del palacio.
El Palacio de la Magdalena tiene dos entradas principales, una en la fachada norte, en el antiguo pórtico de carruajes, y otra en la fachada sur.
Destacan además los jardines y zonas arboladas que rodean al mismo y que hacen que este sea un lugar único.