Cantabria es un paraíso en cualquier estación, pero en otoño alcanza una belleza singular. Los bosques se tiñen de ocres, rojizos y dorados, los valles se llenan de bruma y los pequeños pueblos rurales cobran vida con el olor a chimenea y el sabor a quesos artesanos. Te proponemos cinco rincones imprescindibles para disfrutar del otoño en esta región del norte de España.
1. Parque Natural Saja-Besaya
En el corazón de Cantabria, esta reserva natural alberga una de las mayores concentraciones de hayedos y robledales del norte de España. La ruta del antiguo GR-71, aunque deshomologada, sigue siendo perfecta para adentrarse en estos bosques que en otoño parecen sacados de un cuento. Localidades como Los Tojos o Colsa son paradas ideales para disfrutar de la arquitectura montanesa y la gastronomía local.
Enlace oficial: Parque Natural Saja-Besaya – Gobierno de Cantabria
2. Comarca de Liébana
Accesible por el desfiladero de La Hermida, Liébana es un territorio aislado entre macizos montañosos. Sus cuatro valles desembocan en Potes, donde las callejuelas empedradas y el aire a historia encantan a los visitantes. En otoño, los contrastes de colores entre los castañares, los hayedos y las viñas hacen de esta comarca un lugar único para recorrer despacio.
Enlace oficial: Comarca de Liébana – Turismo de Cantabria
3. Valles Pasiegos
El Pas, el Pisueña y el Miera dan forma a este mosaico de verdes prados, nieblas matinales y cabañas pasiegas. Las sendas entre bosques de hayas, como el hayedo de Aloños o el robledal de Rubionzo, están especialmente bellos en otoño. Vega de Pas, con su arquitectura típica y sus quesucos, es la postal perfecta de esta región.
Enlace oficial: Valles Pasiegos – Turismo de Cantabria
4. Valderredible
Poco conocido incluso entre los propios cántabros, Valderredible es el secreto mejor guardado de la región. Sus robles centenarios, como El Abuelo o La Piruta, crean un paisaje mágico. La colegiata de San Martín de Elines es una joya del románico enmarcada por bosques que estallan en colores en esta estación.
Enlace oficial: Valderredible – Turismo de Cantabria
5. Parque Natural Collados del Asón
Este parque, declarado espacio natural protegido, ofrece una de las rutas otoñales más bellas de Cantabria. El sendero hacia el glaciar de Hondojón atraviesa hayedos, abedulares y formaciones kársticas. El nacimiento del río Asón, una cascada de 50 metros, es el colofón perfecto para una excursión inolvidable.
Enlace oficial: Collados del Asón – Gobierno de Cantabria
Consejo final: reserva tu alojamiento con tiempo si visitas Cantabria en otoño. Es una de las épocas más bellas y tranquilas del año para descubrir su naturaleza más salvaje y acogedora.
Disenium.